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miércoles, 26 de marzo de 2008

AINULINDALË


Voy a citar un extracto del Silmarillion que se llama Ainulindalë
que trata de la creación de Arda o La Tierra Media, mi opinión personal
acerca de este relato es que J.R.R. descartó todos estos escritos que luego
su hijo Chirstopher juntó para darles forma de libro, eso es sabido por todos
pero lo que no, es que le encuentro un gran parecido al Ainulindalë con la Biblia
por eso creo que J.R.R no les dió trascendencia a estos escritos y los hizo a un lado,
su hijo viendo que las otras obras de su padre tuvieron mucho éxito y recaudaron gran
cantidad de dinero optó por editar estos retazos de escritos. Cito ahora palabras textuales de Christopher "Al morir mi padre, fue mía la responsabilidad de dar a la obra forma publicable" con esto quiere decir que los textos no poseían coherencia entre si y algunos estaban inconclusos. Aquí el Ainulindalë el principio del Silmarillion y de la creación de Arda.


Ainuli
ndalë

En el principio estaba Eru, el Unico, que en Arda es llamado Ilúvatar;
y primero hizo a 1os Ainur, los Sagrados, que eran vástagos de su pensamiento, y estuvieron con él antes que se hiciera alguna otra cosa. y les habló y les propuso temas de música; y cantaron ante él y él se sintió complacido. Pero por mucho tiempo cada uno de ellos cantó solo, o junto con unos pocos, mientras el resto escuchaba; porque cada uno sólo entendía aquella parte de la mente de Ilúvatar de la que provenía él mismo, y eran muy lentos en comprender el canto de sus hermanos.

Pero cada vez que escuchaban, alcanzaban una comprensión más profunda, y crecían en unisonancia y armonía. Y sucedió que Ilúvatar convocó a todos los Ainur , y les comunicó un tema poderoso, descubriendo para ellos cosas todavía más grandes y más maravillosas que las reveladas hasta entonces; y la gloria del principio y el esplendor del final asombraron a los Ainur, de modo que se inclinaron ante Ilúvatar y guardaron silencio. Entonces les dijo Ilúvatar: -Del tema que os he comunicado, quiero ahora que hagáis, juntos y en armonía, una Gran Música. y como os he inflamado con la Llama Imperecedera, mostraréis vuestros poderes en el adorno de este tema mismo, cada cual con sus propios pensamientos y recursos, si así le place. Pero yo me sentaré y escucharé, y será de mi agradó que por medio de vosotros una gran belleza despierte en canción.

Entonces las voces de los Ainur, como de arpas y laúdes, pífanos y trompetas, violas y órganos, y como de coros incontables que cantan con palabras, empezaron a convertir el tema de Ilúvatar en una gran música; y un sonido se elevó de innumerables melodías alternadas, entretejidas en una armonía que iba más allá del oído hasta las profundidades y las alturas, rebosando los espacios de la morada de Ilúvatar; y al fin la música y e1 eco de la música desbordaron volcándose en el Vacío, y ya no hubo vacío. Nunca desde entonces hicieron los Ainur una música como ésta aunque se ha dicho que los coros de los Ainur y los Hijos de Ilúvatar harán ante él una música todavía más grande, después del fin de los días. Entonces los temas de Ilúvatar se tocarán correctamente y tendrán ser en el momento en que aparezcan, pues todos entenderán entonces plenamente la intención del Unico para cada una de las partes, y conocerán la comprensión de los demás, e Ilúvatar pondrá en los pensamientos de ellos el fuego secreto.


Pero ahora Ilúvatar escuchaba sentado, y durante un largo rato le pareció bien, pues no había fallas en la música. Pero a medida que el tema prosperaba, nació un deseo en el corazón de Melkor: entretejer asuntos de su propia imaginación que no se acordaban con el tema de Ilúvatar, porque intentaba así acrecentar el poder y la gloria de la parte que le había sido asignada. A Melkor, entre los Ainur, le habían sido dados los más grandes dones de poder y conocimiento, y tenía parte en todos los dones de sus hermanos. Con frecuencia había ido solo a los sitios vacíos en busca de la Llama Imperecedera; porque grande era el deseo que ardía en él de dar ser a cosas propias, y le parecía que Ilúvatar no se ocupaba del Vacío, cuya desnudez le impacientaba. No obstante, no encontró el Fuego, porque el Fuego está con Ilúvatar. Pero hallándose solo, había empezado a tener pensamientos propios, distintos de los de sus hermanos. Melkor entretejió algunos de estos pensamientos en la música, e inmediatamente una discordancia se alzó en torno, y muchos de los que estaban cerca se desalentaron, se les confundió el pensamiento, y la música vaciló; pero algunos empezaron a concertar su música con la de Melkor más que con el pensamiento que habían tenido en un principio.


Entonces la discordancia de Melkor se extendió todavía más, y las melodías escuchadas antes naufragaron en un mar de sonido turbulento. Pero Ilúvatar continuaba sentado y escuchaba, hasta que pareció que alrededor del trono había estallado una furiosa tormenta, como de aguas oscuras que batallaran entre sí con una cólera infinita que nunca sería apaciguada. Entonces Ilúvatar se puso de pie y los Ainur vieron que sonreía; y levantó la mano izquierda y un nuevo tema nació en medio de la tormenta, parecido y sin embargo distinto al anterior, y que cobró fuerzas y tenía una nueva belleza. Pero la discordancia de Melkor se elevó rugiendo y luchó con él, y una vez más hubo una guerra de sonidos más violenta que antes, hasta que muchos de los Ainur se desanimaron y no cantaron más, y Melkor predominó. Otra vez se incorporó entonces Ilúvatar, y los Ainur vieron que estaba serio; e Ilúvatar levantó la mano derecha, y he aquí que un tercer tema brotó de la confusión, y era distinto de los otros. Porque pareció al principio dulce y suave, un mero murmullo de sonidos leves en delicadas melodías; pero no pudo ser apagado y adquirió poder y profundidad. y pareció por último que dos músicas se desenvolvían a un tiempo ante el asiento de Ilúvatar, por completo discordantes. La una era profunda, vasta y hermosa, pero lenta y mezclada con un dolor sin medida que era la fuente principal de su belleza. La música de Melkor había alcanzado ahora una unidad propia; pero era estridente, vana e infinitamente repetida, y poco armónica, pues sonaba como un clamor de múltiples trompetas que bramaran unas pocas notas, todas al unísono. E intentó ahogar a la otra música con una voz violenta, pero pareció que la música de Ilúvatar se apoderaba de a1gún modo de las notas más triunfantes y las entretejía en su propia solemne estructura. En medio de esta batalla que sacudía las estancias de Ilúvatar y estremecía unos silencios hasta entonces inmutables, Ilúvatar se puso de pie por tercera vez, y era terrible mirarlo a la cara. Levantó entonces ambas manos y en un acorde más profundo que el Abismo, más alto que el Firmamento, penetrante como la luz de los ojos de Ilúvatar, la Música cesó.

Entonces Ilúvatar habló, y dijo: -Poderosos son los Ainur, y entre ellos el más poderoso es Melkor; pero sepan él y todos los Ainur que yo soy Ilúvatar; os mostraré las cosas que habéis cantado y así veréis qué habéis hecho. y tú, Melkor, verás que ningún tema puede tocarse que no tenga en mi su fuente más profunda, y que nadie puede alterar la música a mi pesar. Porque aquel que lo intente probará que es sólo mi instrumento para la creación de cosas más maravillosas todavía, que él no ha imaginado. Entonces los Ainur tuvieron miedo aunque aún no habían comprendido qué les decía Ilúvatar; y llenóse Melkor de vergüenza, de la que nació un rencor secreto. Pero Ilúvatar se irguió resplandeciente, y se alejó de las hermosas regiones que había hecho para los Ainur; y los Ainur lo siguieron. Pero cuando llegaron al Vacío, Ilúvatar les dijo: -¡Contemplad vuestra música!-. y les mostró una escena, dándoles vista donde antes había habido sólo oído; y los Ainur vieron un nuevo Mundo hecho visible para ellos, y era un globo en el Vacío, y en él se sostenía, aunque no pertenecía al Vacío. y mientras lo miraban y se admiraban, este mundo empezó a desplegar su historia y les pareció que vivía y crecía. y cuando los Ainur hubieron mirado un rato en silencio, volvió a hablar Ilúvatar: -iContemplad vuestra música! Este es vuestro canto y cada uno de vosotros encontrará en él, entre lo que os he propuesto, todas las cosas que en apariencia habéis inventado o añadido. y tú, Melkor, descubrirás los pensamientos secretos de tu propia mente y entenderás que son sólo una parte del todo y tributarios de su gloria.

Y muchas otras cosas dijo Ilúvatar a los Ainur en aquella ocasión, y por causa del recuerdo de sus palabras y por el conocimiento que cada uno tenía de la música que él mismo había compuesto, los Ainur saben mucho de lo que era, lo que es y lo que será, y pocas cosas no ven. Sin embargo, algunas cosas hay que no pueden ver, ni a solas ni aun consultándose entre ellos; porque a nadie más que a sí mismo ha revelado Ilúvatar todo lo que tiene él en reserva y en cada edad aparecen cosas nuevas e imprevistas, pues no proceden del pasado. y así fue que mientras esta vision del Mundo se desplegaba ante ellos, los Ainur vieron que contenía cosas que no habían pensado antes. y vieron con asombro la llegada de los Hijos de Ilúvatar y las estancias preparadas para ellos, y advirtieron que ellos mismos durante la labor de la música habían estado ocupados en la preparación de esta morada, pero ignorando que tuviese algún otro propósito que su propia belleza. Porque sólo él había concebido a los Hijos de Ilúvatar; que llegaron con el tercer tema, y no estaban en aquel que Ilúvatar había propuesto en un principio, y ninguno de los Ainur había intervenido en esta creación. Por tanto, mientras más los contemplaban, más los amaban, pues eran criaturas distintas de ellos mismos, extrañas y libres, en las que veían reflejada de nuevo la mente de Ilúvatar; y conocieron aun entonces algo más de la sabiduría de Ilúvatar , que de otro modo habría permanecido oculta aun para los Ainur.

Ahora bien, los Hijos de Ilúvatar son Elfos y Hombres, los Primeros Nacidos y los Seguidores. Y entre todos los esplendores del Mundo, las vastas salas y los espacios, y los carros de fuego, Ilúvatar escogió como morada un sitio en los Abismos del Tiempo y en medio de las estrellas innumerables. Y puede que esta morada parezca algo pequeña a aquellos que sólo consideran la majestad de los Ainur y no su terrible sutileza; como quien tomara toda la anchura de Arda para levantar allí una columna y la elevara hasta que el cono de la cima fuera mas punzante que una aguja; o quien considerara sólo la vastedad inconmensurable del Mundo, que los Ainur aún están modelando, y no la minuciosa precisión con que dan forma a todas las cosas que en él se encuentran. Pero cuando los Ainur hubieron contemplado esa morada en una visión y luego de ver a los Hijos de Ilúvatar que allí aparecían, muchos de los más poderosos de entre ellos se volcaron en pensamiento y deseo sobre ese sitio. y de éstos Melkor era el principal, como también había sido al comienzo el más grande de los Ainur que participaran en la Música. y fingió, aun ante sí mismo al comienzo, dominando los torbellinos de calor y de frío que lo habían invadido, que deseaba ir allí y ordenarlo todo para beneficio de los Hijos de Ilúvatar. Pero lo que en verdad deseaba era someter tanto a Elfos como a Hombres, pues envidiaba los dones que Ilúvatar les había prometido; y él mismo deseaba tener súbditos y sirvientes, y ser llamado Señor, y gobernar otras voluntades.


Pero los otros Ainur contemplaron esa habitación puesta en los vastos espacios del Mundo; que los EIfos llaman Arda, la Tierra, y los corazones de todos se regocijaron en la luz, y los ojos se les alegraron en la contemplación de tantos colores, aunque el ruído del mar los inquietó sobremanera. y observaron los vientos y el aire y las materias de que estaba hecha Arda, el hierro y la piedra, la plata y el oro, y muchas otras sustancias, pero de todas ellas el agua fue la que más alabaron. y dicen los Eldar que el eco de la Música de los Ainur vive aún en el agua, más que en ninguna otra sustancia de la Tierra; y muchos de los Hijos de Ilúvatar escuchan aún insaciables las voces del Mar, aunque todavía no saben lo que oyen. Ahora bien, aquel Ainur a quien los Elfos llaman Ulmo, volvió sus pensamientos al agua y de todos fue a él a quien Ilúvatar dio más instrucción en música. Pero sobre aires y vientos quien más había reflexionado era Manwe, noble de nobles entre los Ainur. En la materia de la Tierra había pensado Aule, a quien Ilúvatar había concedido una capacidad y un conocimiento apenas menores que los de MeIkor; aunque lo que deleita y enorgullece a Aule es la tarea de hacer y las cosas hechas, y no la posesión ni su propia maestría; por tanto da y nos atesora, y está libre de cuidados, emprendiendo siempre nuevas tareas.

E Ilúvatar habló a Ulmo, y dijo: -¿No ves cómo aquí, en este pequeño reino de los Abismos del Tiempo, Melkor ha declarado la guerra contra tu provincia? Ha concebido un frío crudo e inmoderado, y sin embargo no ha destruido la belleza de tus fuentes, ni la de tus claros estanques. ¡Contempla la nieve y la astuta obra de la escarcha! Melkor ha concebido calores y fuegos sin restricción, y no ha podido marchitar tu deseo ni apoyar por completo la música del mar. ¡Contempla más bien la altura y la gloria de las nubes, y las nieblas siempre cambiantes! ¡Y escucha la caída de la lluvia sobre la Tierra! Y en estas nubes eres llevado cerca de Manwe, tu amigo, a quien amas. Respondió entonces Ulmo: -En verdad, mi corazón no había imaginado que el agua llegara a ser tan hermosa, ni mis pensamientos secretos habían concebido el copo de nieve, ni había nada en mi música que contuviese la caída de la lluvia. Iré en busca de Manwe; ¡y juntos haremos melodías que serán tu eterno deleite!- Y Manwe y Ulmo fueron desde el principio aliados, y en todo cumplieron con fidelidad los propósitos de Ilúvatar. Pero mientras Ulmo hablaba todavía y los Ainur miraban absortos, la visión se apagó y se ocultó a los ojos de todos, y les pareció que en ese momento percibían algo distinto, la Oscuridad, que no habían conocido antes excepto en pensamiento. Pero se habían enamorado de la belleza de la visión que allí cobraba ser, y les colmaba la mente; porque la historia no estaba todavía completa ni los ciclos del tiempo del todo cumplidos cuando la visión les fue arrebatada. y han dicho algunos que la visión cesó antes de que culminara el Dominio de los Hombres y la desaparición de los Primeros Nacidos, por tanto, aunque la Música lo ocupaba todo, los Valar no vieron con los ojos las Eras Posteriores ni el fin del Mundo. Entonces hubo inquietud entre los Ainur; pero Ilúvatar los llamó y dijo: -Sé lo que vuestras mentes desean: que aquello que habéis visto sea en verdad, no sólo en vuestro pensamiento, sino como vosotros sois, y aun otros. Por tanto, digo: ¡Ea! ¡Que sean estas cosas! Y enviaré al Vacío la L1ama Imperecedera, y se convertirá en el corazón del Mundo, y el Mundo Será; y aquellos de entre vosotros que lo deseen, podrán descender a él.

Y de pronto vieron los Ainur una luz a lo lejos como si fuera una nube con un viviente corazón de llamas; y supieron que no era sólo una visión, sino que Ilúvatar había hecho algo nuevo: Ea, el Mundo que Es. Así sucedió pues que de los Ainur algunos siguen morando con Ilúvatar más allá de los confines del Mundo; pero otros, y entre ellos muchos de los más grandes y más hermosos, se despidieron de Ilúvatar y descendieron al Mundo. Ilúvatar les impuso esta condición, quizá también necesaria para el amor de ellos: que desde entonces en adelante los poderes que él les había concedido se limitaran y sujetaran al Mundo, por siempre, hasta que el Mundo quedase completado, de modo tal que ellos fuesen la vida del Mundo y el Mundo la vida de ellos. Y por esto mismo se los llama los Valar, los Poderes del Mundo. Pero al principio, cuando los Valar entraron en Ea, se sintieron desconcertados, y perdidos, pues les pareció que nada de lo que hablan visto en su visión estaba hecho todavía, y que todo estaba a punto de empezar y aún informe y a oscuras. Porque la Gran Música no había sido sino el desarrollo y la floración del pensamiento en los Palacios Intemporales, y lo que habían visto, sólo una prefiguración; pero ahora habían entrado en el principio del Tiempo, y advertían que el Mundo había sido sólo precantado y predicho, y que ellos tenían que completarlo. De modo que empezaron sus grandes trabajos en desiertos inconmensurables e inexplorados, y en edades incontables y olvidadas, hasta que en los Abismos del Tiempo y en medio de las vastas estancias de Ea, hubo una hora y un lugar en los que fue hecha la habitación de los Hijos de Ilúvatar. Y en estos trabajos Manwe y Aule y Ulmo se empeñaron más que otros; pero Melkor estuvo también allí desde el principio, y se mezclaba en todo lo que se hacía, cambiándolo si le era posible según sus propios deseos y propósitos; y animó grandes fuegos.


Por tanto, mientras la Tierra era todavía joven y estaba toda en llamas, Melkor la codició y dijo a los otros Valar: -Este será mi reino, y para mí lo designo. Pero Manwe era el hermano de Melkor en la mente de Ilúvatar y el primer instrumento en el Segundo tema que Ilúvatar había levantado contra la discordancia de Melkor; y convocó a muchos espíritus, tanto mayores como menores, que bajaran a los campos de Arda a ayudar a Manwe, temiendo que Melkor pudiera impedir para siempre la culminación de los trabajos, y que la tierra se marchitara antes de florecer. Y Manwe dijo a Melkor: -Este reino no lo tomarás para ti injustamente, pues muchos otros han trabajado en él no menos que tú. Y hubo lucha entre Melkor y los otros Valar; y por esa vez Melkor se retiró y partió a otras regiones donde hizo lo que quiso; pero no se quitó del corazón el deseo de dominar e Reino de Arda. Ahora bien, los Valar tomaron para sí mismos forma y color; y porque habían sido atraídos al Mundo por el amor de los Hijos de Ilúvatar, en quienes habían puesto tantas esperanzas, tomaron formas que se asemejaban a lo que habían contemplado en la Visión de l1úvatar, excepto en majestad y en esplendor. Además esas formas proceden del conocimiento que ellos tenían del Mundo visible más que del Mundo en sí; y no las necesitan, salvo como necesitamos nosotros el vestido, pues podríamos ir desnudos sin desmedro de nuestro ser. Por tanto los Valar pueden andar, si así les place, sin atuendo, y entonces ni siquiera los Eldar los perciben con claridad, aunque estén presentes. Pero cuando deciden vestirse, algunos Valar toman forma de hombre y otros de mujer; porque esa diferencia de temperamento la tenían desde el principio, y se encarna en la elección de cada uno,. no porque la elección haga de ellos varones o mujeres, sino como el vestido entre nosotros, que puede mostrar al varón o a la mujer pero no los hace. Mas las formas con que los Grandes se invisten no son en todo momento como las formas de los reyes y de las reinas de los Hijos de l1úvatar; porque a veces se visten de acuerdo con sus propios pensamientos, hechos visibles en formas de majestad y temor.

Y los Valar convocaron a muchos compañeros, algunos menores, otros tan poderosos como ellos, y juntos trabajaron en el ordenamiento de la Tierra y en el apaciguamiento de sus tumultos. Entonces Melkor vio lo que se había hecho, y que los Valar andaban por la Tierra como poderes Visibles, vestidos con las galas del Mundo, y eran agradables y gloriosos de ver, y bienaventurados, y la Tierra estaba convirtiéndose en un jardín de deleite, pues ya no había torbellinos en ella. La envidia de Melkor fue entonces todavía mayor y él también tomó forma visible, pero a causa del temple de Melkor y de la malicia que ardía en él, esa forma era terrible y oscura. y descendió sobre Arda con poder y majestad más grandes que los de ningún otro Valar, como una montaña que vadea el mar y tiene la cabeza por encima de las nubes, vestida de hielo y coronada de fuego y humo; y la luz de los ojos de Melkor era como una llama que marchita con su calor y traspása con un frío mortal. Así empezó la primera batalla de los Valar con Melkor por el dominio de Arda; y de esos tumultos los Elfos conocen muy poco. Porque lo que aquí se ha declarado procede de los Valar mismos, con quienes los Eldalie hablaron en la tierra de Valinor y de quienes recibieron instrucción; pero poco contaron los Valar de las guerras anteriores al advenimiento de los Elfos. Se dice no obstante entre los Eldar que los Valar se esforzaron siempre, a pesar de MelKor, por gobernar la Tierra y prepararla para la llegada de los Primeros Nacidos; y construyeron tierras y Melkor las destruyó; cavaron valles y Melkor los levantó; tallaron montañas y Melkor las derribó; ahondaron mares y Melkor los derramó; y nada podía conservarse en paz ni desarrollarse, pues no bien empezaban los Valar una obra, Melkor la deshacía o corrompía. Y, sin embargo, no todo era en vano; y aunque la voluntad y el propósito de los Valar no se cumplían nunca, y todas las cosas tenían un color y una forma distintos de como ellos los habían pensado, no obstante la Tierra iba cobrando forma y haciéndose más firme. Y así la habitación de los Hijos de Ilúvatar fue establecida al fin en los Abismos del Tiempo y entre las estrellas innumerables.

domingo, 23 de marzo de 2008

El Enemigo




Extracto del Valaquenta (El Silmarillion)


Último de todos se inscribe el nombre de Melkor, el que se Alza en Poder.

Pero ha perdido ese nombre, a causa de sus propias faltas, y los Noldor, que de entre los Elfos son los que más han sufrido su malicia, nunca lo pronuncian, y lo llaman en cambio Morgoth, el Enemigo Oscuro del Mundo. Gran poder le concedió Ilúvatar, y fue coevo de Manwë. De los poderes y el conocimiento de todos los otros Valar, tenía él una parte, pero los volcó a propósitos malvados, y prodigó su fuerza en violencia y tiranía. Porque codiciaba a Arda y a todo lo que había en ella, deseando el reinado de Manwë y tener dominio sobre los reinos de sus pares.

Desde los días de esplendor llegó por arrogancia a despreciar a todos los seres con excepción de él mismo, espíritu estéril e implacable. Cambió el conocimiento en artes sutiles, para acomodar torcidamente a su propia voluntad todo lo que deseaba, hasta convertirse en un embustero que no conocía la vergüenza. Empezó con el deseo de la luz, pero cuando no pudo tenerla sólo para él, descendió por el fuego y la ira a una gran hoguera que ardía allá abajo, en la Oscuridad. Y fue la oscuridad lo que él más utilizó para obrar maldades en Arda, e hizo que la gente de Arda tuviese miedo de todas las criaturas vivientes.

Sin embargo, tan grande era el poder de su levantamiento, que en edades olvidadas contendía con Manwë y todos los Valar, y por largos años tuvo a Arda sometida en la mayor parte de las regiones de la Tierra. Pero no estaba solo.

Porque de entre los Maiar, muchos se sintieron atraídos por el esplendor de Melkor en los días de su grandeza, y permanecieron junto a él hasta el descenso a la oscuridad; y después corrompió a otros y los atrajo con mentiras y regalos traicioneros. Terribles entre ellos eran los Valaraukar, los azotes de fuego que en la Tierra Media recibían el nombre de Balrogs, demonios de terror.

Entre sus servidores con nombre, el más grande fue ese espíritu a quien los Eldar llamaron Sauron o Gorthaur el Cruel. Se lo contó al principio entre los Maiar de Aulë, y fue siempre una figura poderosa en las tradiciones de ese pueblo. En todos los hechos de Melkor el Morgoth en el Reino de Arda, en las vastas obras que el edificó y en las trampas que tendía, Sauron tuvo parte, y era menor en maldad que su amo sólo porque durante mucho tiempo sirvió a otro y no a sí mismo. Pero en años posteriores se levantó como una sombra de Morgoth y como un fantasma de su malicia, y anduvo tras él por el mismo ruinoso sendero que descendía al Vacío.

AQUÍ CONCLUYE EL VALAQUENTA


Fingolfin's Challenge



Ésta es la última imagen que voy
A subir acerca de este duelo
(Morgoth Vs Fingolfin)
Saludos para todos los que pasen por acá
Y espero les agrade el blog.


Fingolfin era un Elfo del linaje de los Noldor, hijo del Rey Finwë e Indis, hermano de Findis, Lalwen y Finarfin y hermanastro de Fëanor. Se casó con Anarië y sus hijos fueron Fingon, Turgon, Aredhel y Argon. Se convirtió en el segundo Rey Supremo De Los Noldor en el exilio (luego de Fëanor) en Beleriand.

Su nombre es una traducción al sindarin del quenya Nolofinwë que significa "Sabio Finwë". Su nombre materno, según Tolkien habría sido Arakáno que en quenya significa "Comandante del Rey".


sábado, 22 de marzo de 2008

Melkor & Ungoliant



Ungoliant Y Melkor


Esta es otra imagen
De Melkor y Ungoliant
Proximamente comenzaré a subir
No solo imagenes de Morgoth
Si no también de todos los personajes
De la tierra media
Acá les dejo una canción de Blind Guardian

NIGHTFALL

No sign of life did flicker
In floods of tears she cried
"All hope's lost it can't be undone
They're wasted and gone"

"Save me your speeches
I know (They blinded us all)
What you want
You will take it away from me
Take it and I know for sure
The light she once brought in
Is gone forevermore"

Like sorrowful seaguls they sang
"(We're) lost in the deep shades
The misty cloud brought
(A wailing when beauty was gone
Come take a look at the sky)
Monstrous it covered the shore
Fearful into the unknown"
Quietly it crept in new horror
Insanity reigned
And spilled the first blood
When the old king was slain

chorus:
Nightfall
Quietly crept in and changed us all
Nightfall
Quietly crept in and changed us all
Nightfall
Immortal land lies down in agony

"How long shall we
Mourn in the dark
the bliss and the beauty
Will not return
Say farewell to sadness and grief
Though long and hard the road may be"
But even in silence I heard the words
"An oath we shall swear
By the name of the one
Until the world's end
It can't be broken"

Just wondering how
I can still hear these voices inside

The doom of the Noldor drew near

The words of a banished king
"I swear revenge"
Filled with anger aflamed our hearts
Full of hate full of pride
We screamed for revenge

chorus

"Vala he is that's what you said
Then your oath's been sworn in vain
(But) freely you came and
You freely shall depart
(So) never trust the northern winds
Never turn your back on friends"

"Oh I'm heir of the high lord!"
"You better don't trust him"
The enemy of mine
Isn't he of your kind and
Finally you may follow me
Farewell
He said

chorus

Back to where it all began



viernes, 21 de marzo de 2008

Fingolfin Vs Melkor




Ésta imágen está basada en la lucha
Que sostiene Fingolfin Rey Élfico de antaño
Contra el Señor Oscuro Morgoth
Aquí les dejo la balada de ese exelso enfrentamiento
Entre el bien y el mal.

La Balada de Leithian : XII

De Las Baladas de Beleriand
Tolkien


En esa vasta sombra de antaño
Fingolfin se irguió: su escudo descubrió,
una superficie azul cielo y estrellas
de un lejano brillo cristalino y pálido.
Con cólera e ira señorial
golpeó a esa puerta,
el rey Elfo, parado allí solitario,
mientras infinitas fortalezas de piedra
absorbieron el resonar agudo, penetrante y claro
del cuerno de plata en verde tahalí.
Su desesperado desafío intrépido vociferó
Fingolfin: '¡Venid, y abrid de par en par,
rey oscuro, tus horribles puertas de bronce!
¡Salid, vos de quien la tierra y los cielos abjuran!
¡Salid, vos monstruoso y cobarde señor,
y pelead con vuestra propia espada y manos,
tú, gobernante de huestes de esclavos encadenados,
tú, tirano protegido por fuertes muros,
tú, enemigo de los Dioses y la raza élfica!
Te espero aquí. ¡Venid! ¡Mostrad vuestro rostro!'


Entonces Mogoth vino. Por última vez
en aquellas interminables guerras se dignó a levantarse
del profundo trono subterráneo,
el rumor de sus pasos un sonido
del retumbar de un terremoto subterráneo.
Armado de negro, alto como una torre, coronado de hierro
se presentó; su enorme escudo
era una vasta superficie negra sin blasón
con sombras semejantes a nubes de trueno;
y por sobre el reluciente rey se cernía,
muy en lo alto como un mazo el blandía,
aquel martillo del mundo subterráneo,
Grond. Rechinando se precipitó hacia el suelo
como un relámpago, desmoronando
las rocas bajo suyo; brotó humo,
un abismo se abrió, y fuego emanó.


Fingolfin como un rayo de luz
a través de una nube, un puñal blanco,
saltó hacia un lado, y Ringil danzó,
ese acero resplandeciente y azul como el hielo,
su espada creada con élfica habilidad
para penetrar la carne con un frío mortal.
Con siete heridas desgarró a su enemigo,
y siete poderosos gritos de dolor
resonaron en las montañas, la tierra tembló
y las temblorosas huestes de Angband se estremecieron.


Sin embargo los Orcos después riendo hablarían
de aquel duelo a las puertas del infierno;
si bien una canción élfica de esto fue creada
antes de ésta, más sólo una - cuando la tristeza fe apaciguada,
el poderoso rey de aquella encumbrada elevación
y Thorondor, Aguila del cielo,
las terribles noticias llevaron y contaron
al afligido Elvinesse de antaño.
Tres veces fue Fingolfin con grandes golpes
a sus rodillas derrotado, tres veces se levantó
del polvo aún palpitante
para sostener brillando como una estrella, orgulloso,
su abollado escudo, su hendido yelmo,
que ni la oscuridad ni la fuerza pudieron abatir
hasta que el suelo fue quemado y desgarrado
en abismos a su alrededor. Él fue destruído.
Sus pies titubearon. Cayó arruinado
al suelo, y sobre su cuello
un pie como la raíz de una montaña cayó,
y fue aplastado - aunque no conquistado;
un último y desesperado golpe dió:
el poderoso y pálido pie Ringil hendió
cerca del talón, y la negra sangre
brotó como humo que mana de una fuente.


Por siempre desde ese golpe cojeó
el gran Morgoth; pero al rey él quebrantó,
y trozado y despedazado podría haberselo tirado
a los lobos para que lo devoraran. ¡He aquí! de aquel trono
que Manwë se hizo construir en lo alto,
en un pico inalcanzable bajo el cielo,
para observar a Morgoth, descendiendo se precipitó
Thorondor el Rey de las Aguilas, se abatió,
y hendiendo el dorado pico hirió
en el rostro a Bauglir, luego hacia arriba flotó
sobre alas de treinta pies de ancho
llevándose lejos, aunque fuerte ellos vociferaron,
el poderoso cadáver, el rey de los elfos;
y donde las montañas hacían un anillo
lejos hacia el sur alrededor de una explanada
donde después Gondolin reinaría,
ciudad almenada, a gran altura
sobre un empinado pico de nieve blanca
en un promontorio fortificado, el poderoso cadáver
tendió sobre la cima de la montaña.
Nunca Orco o demonio después intentó
escalar ese paso, sobre el cual podían observar
la alta y sagrada tumba de Fingolfin,
hasta que se decretó la caída de Gondolin.

Ungoliant & Morgoth



En esta imagen podemos apreciar a Melkor o Morgoth
Junto a Ungoliant, la madre de Ella-laraña que aparece
En la pelicula dirigida por Peter Jackson
Morgoth requiere de su colaboración
Para ejecutar su plan y destruir los Árboles Sagrados
Laurelin y Telperion que vemos de fondo
De más está decir que tienen éxito
Estos árboles son creación de Yavvana y daban luz
En el momento en que se crean los árboles
Melkor construye Utumno

Morgoth Earth




Morgoth...cast a shadow over him like a stormcloud.
But Fingolfin gleamed beneath it as a star; for his mail was overlaid with silver, and his blue shield was set with crystals; and he drew his sword Ringil, that glittered like ice.

Fingolfin vs Morgoth, "Of the Ruin of Beleriand", Silmarillion

Bienvenidos a mi blog acerca de la Tierra Media
Es mi intención brindar información acerca de este fascinante mundo creado por un genio de gran talante como lo es Tolkien y compartir ideas y opiniones tanto con cultores de J.R.R como con gente que llegó a el por medio de las peliculas. Sin más dilaciones les doy una cálida bienvenida y espero se sientan a gusto en mi sitio.
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